Más de cincuenta años después de la participación de nuestros lubricantes de grado espacial en las misiones Apolo de la NASA, Castrol colabora con Punto Lunar en un nuevo Centro de control de misión.
Más de 50 años después de la participación de nuestros lubricantes de grado espacial en las históricas misiones Apolo de la NASA, Castrol vuelve a la Luna. Y esta vez estaremos en el centro del control de misión, colaborando con Punto Lunar para diseñar y construir un revolucionario Centro de control de misión en su sede central en Colorado.
Lunar Outpost es una empresa líder en robótica espacial, movilidad en superficie lunar y recursos espaciales. La empresa tiene la misión de hacer posible la presencia humana en el espacio de forma prolongada, utilizando sus amplios recursos para impulsar el progreso en la Tierra. Desde los rovers que se envían a la Luna para establecer infraestructuras, hasta la creación de oxígeno en Marte: su impacto abarca todo el sistema solar.
Lunar Outpost nombró a Castrol colaborador principal del Centro de control de misión para su misión Lunar Voyage 1. El Centro de control de misión será el principal centro de operaciones y de toma de decisiones del Lunar Voyage 1 (LV1) de Punto Lunar, que se lanzará a principios de 2025. Castrol ha trabajado con la NASA desde las primeras misiones Apolo, ofreciendo décadas de experiencia espacial al equipo de Lunar Outpost.
Comenzando con los programas Mercury y Gemini de la NASA en la década de 1960, el Control de misión ha venido desempeñando un papel fundamental desde los inicios de la exploración espacial. En estos primeros días, los centros de control de misión estaban repletos de ingenieros y técnicos que dependían de sistemas analógicos y reglas de cálculo, y que tomaban decisiones en fracciones de segundo con mucha menos automatización que en la actualidad.
Los retrasos en las comunicaciones y la sencillez de las pantallas hacían trabajar a los equipos con pocos datos, confiando en gran medida en su experiencia e instintos para guiar las misiones de forma segura a través de territorios desconocidos en la historia de la exploración espacial.
Los actuales centros de control de misión representan la cima de la tecnología moderna. Los equipos utilizan sistemas digitales avanzados, análisis de datos en tiempo real y redes de comunicaciones globales para gestionar misiones espaciales complejas con precisión y eficiencia.
Como una de las muchas empresas que trabajan en el Lunar Voyage 1, Castrol apoyará a Lunar Outpost en el desarrollo de un nuevo tipo de Control de misión. Este vanguardista centro permitirá dar forma al futuro de la exploración espacial tal y como hoy la conocemos.
Lunar Voyage 1 es la misión inaugural de Lunar Outpost para la Luna. El rover de la plataforma móvil de prospección autónoma (MAPP, por sus siglas en inglés) de la empresa aterrizará en Shackleton Connecting Ridge, cerca del polo sur lunar, para llevar a cabo varias tareas críticas: la recopilación de datos e información prospectiva de toda una serie de sensores para conseguir datos destinados a futuros programas lunares.